La encuadernación en pasta dura es ideal para aquellos que desean conservar su biblioteca casi intacta, pues los cartones que fungen como tapa aminoran el deterioro por el uso habitual y al mismo tiempo aportan una apariencia sobria y elegante. No sólo eso, las tapas han tenido distintos usos a lo largo de la historia. Algunos las han utilizado para esconder cartas con misteriosos remitentes o disfrazar títulos prohibidos con portadas de libros apócrifos.
El proceso en realidad es simple pero tedioso y de mucha delicadeza: se sujetan las hojas sueltas o cuadernillo y se utilizan como vestiduras las cubiertas de tapa dura, que van forradas, a su vez, con diversos materiales como telas, keratoles (telas plásticas), cartulinas o piel.
La encuadernación en pasta dura puede ir pegada, engrapada o cosida, aunque lo ideal es esta última. En SOLAR recomendamos que para este tipo de encuadernación se maneje el tiro corto; de lo contrario, el costo pudiera elevarse considerablemente.
Deja tu comentario